
No intentes contar el infinito...
Herencia con infinitas monedas
Aquí va: un señor tenía dos hijos.
Era una persona tan rica, que su capital era infinito.
Como sabía que estaba por morirse, convoca a sus dos hijos y
antes de retirarse de este mundo les dice: “Yo los quiero a los dos
por igual. No tengo otros herederos más que ustedes, de modo
que les voy a dejar mi herencia en monedas de un euro”. (Es decir
que les dejaba infinitas monedas de un euro.) “Eso sí, quiero que
hagan un reparto justo de la herencia. Aspiro a que ninguno
de los dos trate de sacar ventaja sobre el otro”. Y murió.
Llamemos a los hijos A y B . Los dos, después
de pasar por un lógico período de duelo, deciden sentarse
a pensar en cómo repartir la herencia respetando el pedido
del padre. Luego de un rato, A dice tener una idea y se la propone
a B.
–Hagamos una cosa –dice A–. Numeremos las monedas.
Pongámosle 1, 2, 3, 4, 5… etcétera. Una vez hecho esto, te propongo
el siguiente procedimiento: tu eliges primero dos monedas
cualesquiera. Después, me toca a mí. Yo, entonces, elijo una
de las monedas que tu elegiste, y te toca a ti otra vez. Eliges
otra vez dos monedas de la herencia, y yo elijo una de las que
seleccionaste, y así sucesivamente. Tu vas eligiendo dos por vez,
y yo me quedo con una de las que ya apartaste.
B se queda pensando.
¿Es justa la propuesta
de A? ¿Es equitativa? ¿Reparte la herencia en cantidades
iguales? ¿Respeta la voluntad del padre?
Adaptado del libro de Paenza. ¿Matematica, estas ahí?
La solucion ( si la hay) queda en el aire tras los distintos comentarios.